La imperfección ( 1ª parte ) .

Sentirse imperfecto suele ser motivo de sufrimiento. Pero hasta las piedras están en proceso de transformación sin dejar de ser perfectas por ello. Hacer las paces con uno mismo requiere asumir la imperfección.

  Cuando estamos en medio de un paisaje exuberante y variado todo a nuestro alrededor parece en plena armonía: los troncos rugosos, las hojas que dejan pasar la luz del sol, los pequeños insectos, el sonido de los pájaros, el agua que corretea por el río... Todo se integra en el paisaje de una manera que podemos definir como perfecta. Pero si nos acercamos, vemos cierto caos detrás de toda esa diversidad. Tanta variedad, perfecta en sí misma por la manera en la que ha formado un conjunto, un ecosistema, convive con un equilibrio inestables, una imperfección a la que debemos la vida: el ADN, que impide que existan dos seres iguales. Gracias a ella, y a la fuerza selectiva y creadora de la evolución, podemos sentarnos en un tronco y contemplar no que nos rodea como si fuera el más bello paisaje.


  Como vemos, la vida se basa en las imperfecciones y, sin embargo, en la vida de cada uno la imperfección parece ser un defecto. Estamos tan obsesionados todos los días con conseguir la eficacia, la perfección, de cumplir todos nuestros objetivos al cien por cien, de actuar sin dudas... que reconocer las limitaciones es casi una declaración de incompetencia o culpabilidad. Se nos repite que tenemos que buscar la "excelencia" en lo que hacemos, palabra que suena en nuestros oídos como la nota que hay que obtener a final de curso; y se nos dice de muchas formas que hemos de parecernos, no ya a nuestros padres, sino a estereotipos de perfección como el de la supermujer o el del triunfador, que sólo generan frustración en quienes lo interiorizan.

Miedo a lo desconocido .

Las personas cuando mejor se valoran son en las situaciones difíciles. En los casos extremos cada uno saca lo que lleva dentro, por eso se dice que uno no debe poner la mano en el fuego por alguien con quien no ha convivido. Algunos somos confiados y cuando conocemos a una persona, de entrada pensamos que es de buena fe. Otros somos desconfiados y todo aquel que no nos haya demostrado en repetidas ocasiones de qué pasta está hecho, es desconocido y, por lo tanto, no podemos arrojarnos a sus brazos así como así. Aunque, en mi opinión, el mejor comportamiento es el término intermedio. Nos dejamos llevar por nuestra intuición y no le damos ni nuestra plena confianza fácilmente, porque es algo que hay que ganárselo poco a poco, ni tampoco lo controlamos en todo momento temiendo lo peor. Debemos liberarnos de ese miedo a lo desconocido e intentar no juzgar a las personas, porque las primeras impresiones, la mayoría de veces, son equivocadas y quizá nos habremos perdido el honor de conocer a alguien maravilloso. Suerte en la vida y a vivirla con locura.

Abrazos y besos .

Cada uno de nosotros fue concebido entre besos y abrazos, y saludado al llegar a este mundo con abrazos y besos. Se pueden dar besos o abrazos por sms, por el facebook o por cualquier tipo de chat, pero otra cosa es darlos de verdad cuando la persona está delante. Algunas personas no los dan por miedo o por repulsión. Pero está demostrado que los animales que viven solitarios, sin acercarse a otros animales, enferman más, son más débiles y vulnerables, y mueren más jóvenes. La necesidad de contacto físico parece que incrementa en momentos de catástrofe o de triunfo. Nos acercamos a echar una mano en un accidente o una inundación, y celebramos un premio con besos y abrazos. Esos contactos refuerzan el bienestar entre ambas personas y te llenan de fuerza y calor.

Mi consejo: abraza y besa siempre que puedas, es algo que todos necesitamos.

Tranquilidad .

  Esa paz que envuelve nuestro entorno y nos hace relajarnos, estar tranquilos. Normalmente sentimos tranquilidad cuando nos inunda el silencio, cuando dejamos por un momento de pensar en los problemas y despreocuparnos. Pese a que me encanta la tranquilidad, me cuesta mucho conseguirla. Tengo la necesidad de hacer algo todo el tiempo. Me paso el día pensando. Pienso en todo tipo de cosas. Pero sé cuanto tengo que dejar de pensar y tranquilizarme. En esta vida hay que encontrar el punto intermedio, no debemos dejar que nuestra cabeza decida nuestros actos. Es mejor dejarnos llevar por nuestros sentimientos, por lo que nos dice la intuición. Porque al fin y al cabo eso es lo que nos hace verdaderamente únicos: la capacidad de sentir. Poder oír, escuchar, tocar, oler y saborear forman parte de los cinco signos vitales. Aunque en mi opinión tenemos otro más, pero no tan vital, ya que algunas personas que no lo tienen muy desarrollado, otras lo esconden… Estoy hablando de sentir, de guiarnos por lo que sentimos, por el subconsciente, aquello que no podemos controlar, que sale solo, de nuestro interior, y que no decidimos.


Tu corazón es libre, ten el valor de escucharlo.

Laugh as much as you breathe, and love as long as you live .