Miedo a lo desconocido .

Las personas cuando mejor se valoran son en las situaciones difíciles. En los casos extremos cada uno saca lo que lleva dentro, por eso se dice que uno no debe poner la mano en el fuego por alguien con quien no ha convivido. Algunos somos confiados y cuando conocemos a una persona, de entrada pensamos que es de buena fe. Otros somos desconfiados y todo aquel que no nos haya demostrado en repetidas ocasiones de qué pasta está hecho, es desconocido y, por lo tanto, no podemos arrojarnos a sus brazos así como así. Aunque, en mi opinión, el mejor comportamiento es el término intermedio. Nos dejamos llevar por nuestra intuición y no le damos ni nuestra plena confianza fácilmente, porque es algo que hay que ganárselo poco a poco, ni tampoco lo controlamos en todo momento temiendo lo peor. Debemos liberarnos de ese miedo a lo desconocido e intentar no juzgar a las personas, porque las primeras impresiones, la mayoría de veces, son equivocadas y quizá nos habremos perdido el honor de conocer a alguien maravilloso. Suerte en la vida y a vivirla con locura.

No hay comentarios: